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domingo, 18 de febrero de 2018

ECLIPSE COMICS y FIRST COMICS: CUANDO EL CÓMIC INDY REINÓ EN LOS 80


A veces tendemos a tener el presente demasiado glorificado y en materia de cómics solemos etiquetar todo lo que llegó antes que nosotros como inferior o nimio. Hoy seremos testigos de como la situación actual del cómic independiente, con una escena tan fértil como abundante en obras, ya se ha producido con anterioridad. En esta ocasión, queridos diletantes, vamos a abordar dos ejemplos de editoriales que destacaron con cómics de calidad – en muchos casos publicando arquetipos de considerable trascendencia – en el aparentemente océano meanstream del cómic USA de los años 80.



ECLIPSE COMICS: Éxito e inundaciones.

La primera de nuestras editoriales protagonistas fue fundada en 1977 en la Calle Delaware, de Staten Island (New York) y se mantuvo a flote hasta 1993. Los fundadores de Eclipse cómics fueron los hermanos Jan y Dean Mullaney, dos personas que como sucede en estos casos empezaron una actividad editorial con una vocación de ser distintos a lo que ya existía previamente. Recordemos que por aquel entonces el cómic ajeno a Marvel y DC, más allá de las publicaciones de Walt Disney y otros casos puntuales como Archie, suponía una Cara B de la industria que ni siquiera soñaba en ocupar ningún tipo de relevancia en el mercado. Nuestros protagonistas se marcaron como objetivo cambiar esta tendencia sin ser devorados por los mismos defectos que provenían de las dos grandes: la falta de libertad creativa o la propiedad intelectual de las obras.

Antes de empezar a hablar de las series que nos brindó Eclipse, hay que destacar otra figura de vital importancia como fue la editora Cat Yronwode. Esta mujer subió al barco tras desposarse con Dean Mullaney habiendo superado una etapa muy dura de su vida – madre soltera, ex habitante de una comuna hippie / secta que llegó incluso a vivir en una insaluble vivienda abandonada- y terminó por convertirse en la editora con más instinto de la compañía. Bajo su tutela se publicaron cómics de superhéroes como MIRACLEMAN de Alan Moore y posteriormente de Neil Gaiman, THE ROCKETEER por Dave Stevens, y ZOT! de Scott McCloud. Y también acontecieron novelas gráficas THE MAGIC FLUTE de P. Craig Russell o la adaptación de EL HOBBIT de J. R. R. Tolkien realizada por David Wenzel.

La obra con la que Eclipse llamó la atención fue SABRE: SLOW FADE OF AN ENDANGERED SPECIES escrita por Don McGregor y dibujada por Paul Gulacy. Se trata de la primera novela gráfica vendida a través del mercado directo en librerías especializadas de cómics. Aquí vemos una de las bazas iniciales del sello, dirigirse a su verdadero público potencial y ahorrar así recursos. Las cosas le empezaron a ir más que bien a nuestros protagonistas, gracias entre otras medidas a rescatar talentos que en ese momento no contaban demasiado en el medio (Don McGregor, Chuck Dixon) a la par que apostaban por figuras emergentes en la industria (Kurt Busiek, Scott Mccloud). 

A finales de los años 80 Eclipse Cómics vendía más de medio millón de cómics mensuales, posicionándose en tercer lugar de ventas tras… ¿Adivináis? Claro, Marvel y DC. El peso de esta compañía en el Cómic USA equivalía al 10% del mercado, porcentaje superior a la suma actual de Image Comics, Dark Horse y IDW juntas. Un logro bastante notable, ¿no os parece? Y encima estas metas fueron asolidas entre otras cosas mediante una política de cómic de autor donde los derechos de los personajes pertenecían a los creadores. Mullaney e Yronwode también fueron pioneros en la publicación de novelas gráficas y la traducción al inglés de obras manga; supusieron los primeros en usar el coloreado por ordenador – contrataron a ni más ni menos que a Steve Oliff para ello -; así como resultó la primera empresa en emplear papel de alta calidad en sus tebeos.


Desafortunadamente una serie de trágicas desgracias fueron mermando la salud de Eclipse Comics. En 1986 tuvo lugar la inundación más trágicamente célebre de la historia del comic moderno. Las aguas del río Russian de California, estado en que por aquel entonces estaba ubicada la editorial, inundaron el almacén que contenía su amplio stock de cómics, así como multitud de originales y material significativo de gran cantidad de obras. Más tarde, el divorcio entre Mullaney e Yronwode, así como el colapso del mercado de mediados los años 90 supusieron una presión inmensa para la compañía. Sin embargo, el tiro de gracia provino de un trato realizado con la macro editorial de literatura HarperCollins. Este acuerdo, que en teoría iba a llevar las obras de Eclipse a innumerables estanterías a lo largo del país, terminó desastrosamente cuando el gigante editorial retrasó sus pagos y se negó a abonar los royalties pactados. Quién sabe lo que hubiese deparado a este sello de no haberse producido tan alto número de contrariedades. El catálogo de Eclipse fue comprado por el autor Todd McFarlane en 1995, lo que daría lugar en gran parte a la famosa contienda por los derechos de MIRACLEMAN. Pero como se suele decir, esa ya es otra historia para otro momento.


FIRST COMICS: Derechos propios y un inexplicable final.

Nuestra segunda figura editorial de hoy se funda algo más tarde en Evanston (Illinois), allá por 1983. Aunque la fórmula de First Cómics es prácticamente equivalente a la de Eclipse. Con el propósito de respetar los derechos de autor a aquellos que creaban y perpetuaban sus cómics, la editorial consiguió atraer a un buen número de talentos a su redil. En este caso los ideadores del proyecto fueron Ken F. Levin y Mike Gold. Juntos consiguieron que fructificasen cómics como AMERICAN FLAGG de Howard Chaykin, GRIMJACK de John Ostrander y Tim Truman, NEXUS de Mike Baron y Steve Rude o la no menos importante DREADSTAR de Jim Starlin.

Con el paso del tiempo Mike Gold consiguió un puesto de editor en DC cómics y se marchó en compañía de algunos de sus autores quienes ofrecerían a la editorial obras de la talla de GREEN ARROW: THE LONGBOW HUNTERS (Mike Grell) o HAWKWORLD (Tim Truman).


Nuevamente, el sello First contó con bastante éxito. Si bien tampoco alcanzaría vez alguna las cifras de Eclipse. Sin embargo la editorial cesó de publicar obras en 1991  -tras llevar un tiempo bajo el mandato de Rick Obadiah-, y declaró su cierre en 1992. Se abre a partir de aquí una página en esta historia que inicia el misterio de lo realmente ocurrido para que First Comics dijera adiós. Steve Rude, autor en nómina por aquella época, confiesa que no había razones objetivas para echar el cerrojo. NEXUS vendía realmente bien y nos encontrábamos en un momento de bastante auge dentro de la industria, aunque como hemos comentado antes esto en un futuro próximo cambiaría drásticamente. ¿Qué ocurrió exactamente? Servidor lo desconoce. Tampoco hay aparentemente un comunicado oficial por parte de la empresa de Rick Obadiah. Según las fuentes dicho tema se trató en The Comics Journal #148 Pag. 27 (Febrero  1992), espero comprendan que no haya podido tener acceso a una publicación en formato impreso de hace más de 25 años para compartirla con ustedes.

ECLIPSE Y FIRST EN ESPAÑA:


Y habida cuenta del éxito cosechado en su país de origen ¿se hicieron eco las editoriales españolas del material de estos dos sellos? La respuesta es sí.

Eclipse Comics fue traducida y publicada en la Península Ibérica por la mítica Comics Forum de la Editorial Planeta DeAgostini. Gran cantidad de obras procedentes de la editorial con la luna y la estrella en su logo desembarcaron en nuestras costas desde 1990, por enumerar algunos ejemplos tales como AIRBOY (1990), LIBERTY PROJECT (1990), SCOUT (1990), ALIEN DOSSIERS (1991), ZOT! (1991). Y como no, la que tal vez fuese la joya de la corona de esta ya de por sí magnífica cosecha: MIRACLEMAN de Alan Moore y VVAA.

Por su parte, el material de First Comics terminó en manos del Grupo Zeta (Subsello de Ediciones B) quien felizmente ofreció estas grapas luciendo el icónico TEBEOS S.A. La compradora de derechos de First materializó en las librerías españolas colecciones como por ejemplo DYNAMO JOE (1988), CORUM (1988), ELRIC DE MELNIBONE (1988)… Y, nuevamente aunque ahora sí la mejor desde una apreciación muy personal, NEXUS (1988). Seguramente más de uno de estos tebeos os ha evocado irremediablemente muy buenos recuerdos a los veteranos del lugar.


Agradezco nuevamente a la página web www.tebeosfera.com, sin cuyo inacabable banco de información editorial española hubiese sido imposible compartir estos ejemplos y datos con todos vosotros.

Y terminamos ya. Espero haber ofrecido argumentos suficientes para sugerir que la magnífica época para el cómic que supuso los años 80 estuvo formada por un perfil editorial más plural al que muchos piensan. Por otra parte, y uniendo esto al discurso con el que daba inicio este post, no hay que tener mucha imaginación para darse cuenta de que muchos mecanismos puestos en marcha entonces por Eclipse, First, Pacific Comics, Dark Horse y tantas otras empresas del cómic sentaron un fuerte referente al espléndido mercado de género independiente que hoy disfrutamos.

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