BRIAN WOOD - THE NEW YORK FOUR, THE NEW YORK FIVE.

No resulta demasiado sencillo explicar la trayectoria editorial de las dos obras de las que hoy le hablaré al querido lector. Ambas poseen relevancia para el que les escribe dada su condición de fan del guionista estadounidense Brian Wood, aunque para la gran mayoría de aficionados al cómic no pasarán de ser dos productos subsidiarios de mediana relevancia. De todas maneras, tratar THE NEW YORK FOUR (MINX, 2008) y THE NEW YORK FIVE (Vertigo, 2011) nos ofrecerá la oportunidad propicia de rememorar la fallida historia de un sello editorial; así como la reunión de dos buenos amigos y colaboradores cuya mezcolanza es sinónimo de calidad.

Corrían finales del año 2006 cuando la editorial DC Comics anunciaba el lanzamiento de un nuevo sello. MINX, como se bautizó esta nueva cabecera, tenía como target (público potencial) a las adolescentes femeninas; y posiblemente fue aprobado tras el éxito precisamente entre este colectivo de la novela gráfica Persépolis de la iraní Marjane Satrapi. Como se puede ver por ejemplo en wikipedia [link], esta aventura contaba con autoras – más algún que otro autor – bastante prometedoras, y además se presentaba en un adecuado formato ágil y manejable,  tipo novela de bolsillo. Sin embargo, el público no apoyó las obras en la medida necesaria y MINX se dio por clausurado tras tan sólo dos años de trayectoria. Una de las novelas gráficas publicadas fue THE NEW YORK FOUR, a cargo de Brian Wood a los guiones y de Ryan Kelly al lápiz y tinta. ¿Pero de qué trataba esta propuesta? Riley Wilder, una jovencita que nunca ha terminado por salir de bajo el ala de sus padres, se dispone a emprender su primer semestre en la Universidad de Nueva York. Para ello alquila un piso junto a varias compañeras de campus conocidas como Lona Lo, Merissa Vasquez y Ren Severin. Lona es una canadiense fashion y egocéntrica; Merissa en cambio es una mujer independiente y determinada de carácter indoblegable; y Ren es la más progre, liberal e idealista de todas. Sin duda son una mezcla extravagante de perfiles y pretensiones, cuya convivencia tan sólo consigue subsistir por motivos de estricta supervivencia económica y social. Riley a la par reanuda su relación con Angie, su independiente y cool hermana mayor. Sin embargo la cosa se complica cuando el anónimo chico con el que Riley mantiene una relación por email resulta ser Frank, la pareja de Angie. Estas cuatro chicas, además de apartamento comparten trabajo. Dicha ocupación laboral las obliga a pasar revisión psicológica periódica, excusa que funciona a la perfección  para que conozcamos emocionalmente mejor a las protagonistas.

Permítanme que pase ahora a tratar la secuela de NY4 antes de analizar la obra desde un punto de vista más técnico. Esto viene motivado en que los elementos artísticos son tan similares que se pueden aplicar por igual en ambos trabajos. Volviendo al tema, tres años más tarde el mismo equipo creativo (Brian Wood y Ryan Kelly) publicó en el Sello Vertigo THE NEW YORK FIVE, una miniserie en 5 entregas que extiende las vivencias de los actores de la historia precedente un semestre más. Aunque en esta ocasión a la formación se une un nuevo miembro, Olive. Como ya he comentado, el guión en este caso es continuista, aunque tiende a desviarse de los conflictos emocionales hacia el drama. Por una parte, Lona está obsesionada con su profesor, quién según ella la trata injustamente. Con respecto a este personaje, también conoceremos a una supuesta relación al que trata de forma más bien contradictoria. Respecto a Ren, decir que empieza una relación con un hombre mucho mayor que ella que además tiene una bebé a su cargo. Debido a ello la joven verá como sus inamovibles principios se ponen a prueba. En cuanto a Merissa, asistimos a sus dificultadas a la hora de  ocuparse de un hermano enfermo. Riley sigue sin poder dejar del todo a Frank – que continúa como compañero sentimental de Angie -, aunque eso supone traicionar la confianza readquirida con su hermana. Y por último Olive, la debutante, dice haber escapado de casa y vivir una vida extrema como consecuencia de sentirse culpable por haber causado la pérdida del trabajo de su madre. Con estos elementos ya tenemos constituido el caldo de cultivo idóneo para una historia actual, sensitiva y polivalente, que cuenta como orgulloso escenario principal la Nueva York más urbanita y de actualidad.

Al tándem Wood / Kelly lo hemos visto aunando fuerzas entre otras en DMZ y Northlanders, pero sin duda las dos obras que hoy nos ocupan tienen como fuente referencial LOCAL, también al cargo de estos dos artistas, y para muchos la mayor obra maestrea de la carrera de Brian Wood. LOCAL es igualmente una obra sentimental y cotidiana, amén de contar con protagonista femenina de similar edad a las chicas en esta ocasión presentadas. Sin embargo, tanto NY4 como la siguiente NY5 no alcanzan el elevado nivel de inspiración que en su predecesora. Sus personajes son menos próximos, y en muchas líneas argumentales cuesta identificarse con lo que les está sucediendo a las chicas. Aunque por no alcanzar el nivel de su obra referencial estas dos historias tienen que dejar de constituirse como lecturas amenas y una forma muy práctica de acercarse al concepto de la Nueva York más auténtica, menos turística. En cuanto al dibujo, el trabajo de Ryan Kelly continúa siendo detallista y sus escenarios perfectamente reconocibles. Las caracterizaciones son precisas y en ningún momento se confunden los personajes. Además, lo que el guionista reclama al dibujo es el sabor de la auténtica ciudad y evidenciar unas tendencias rápidamente reconocibles; por ello las páginas están repletas de un cuidado vestuario, cada cual perfectamente adecuado al perfil de cada personaje. Y créanme cuando les digo que conseguir tal cosa no es algo baladí.

Y llegado el terrible momento de deber o no recomendar THE NEW YORK FOUR y THE NEW YORK FIVE, la más airosa  salida es siempre la sinceridad. Para los fans de Brian Wood que no conozcan LOCAL o DEMO, lo más conveniente sería que se aproximaran primero a las citadas obras. Porque en NY4 y NY5 apenas hay rasgos de DMZ, ni mucho menos de Northlanders. El lector se encontrará aquí con una lectura enfocada al público femenino, aunque no por ello pueda ser disfrutable por un lector de cualquier sexo o condición. Pero tal vez sería mejor un poco de preparación previa con las obras antes mencionadas. Por el contrario, aquellos que hayan tenido la fortuna de leer DEMO y sobretodo LOCAL, seguro que les agradará reencontrarse con los dos autores de esta última realizando un trabajo parecido. De todas maneras, el abajo firmante es consciente de que será tremendamente difícil que estos dos cómics terminen por ver la luz en nuestro país, ya que seguimos a la espera de ver publicado material más relevante como LOCAL, y hasta la fecha no hay planes de editar en castellano DEMO Vol.2.