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miércoles, 16 de noviembre de 2011

JENNIFER BLOOD DE GARTH ENNIS: SARTENES, VENGANZA Y ARMAS DE FUEGO.

Continuando con la tónica de mantenerse alejado de las editoriales capitales del mercado USA que el autor Garth Ennis está llevando acabo en los últimos tiempos,  el agitador guionista irlandés nos presentaba a principios de 2011 la serie JENNIFER BLOOD en la editorial independiente Dynamite Entertaintment. Partiendo sin demora al terreno de la sinopsis, este cómic nos relata la llegada de una nueva vigilante a la ciudad. Como consecuencia, los violentos actos de la misteriosa Jennifer Blood pronto pondrán en alerta al clan criminal de los Blute, principales objetivos de sus misiones de caza y exterminio. Sin embargo, durante el día nuestra protagonista desarrolla su vida como una insignificante ama de casa, aparentemente embebida en el cuidado del hogar y dos retoños, amén de procurar la servil satisfacción de su marido. Un aburrido contable, por cierto. Está claro que en la ficción los contables no podemos ser divertidos, ni tener vidas interesantes... Volviendo al tema, a lo largo de los 6 números por los cuales trascurre el primer arco argumental, el lector asistirá a como a la mencionada bipolaridad de la vida de Jennifer se le suma una entramada venganza cuyo germen es un asesinato en el seno de la familia ocurrido largo tiempo atrás.



Durante la entrevista múltipe que Garth Ennis concedió en la pasada edición del Salón Internacional del Cómic de Barcelona, el autor nos confesó que una de sus mayores influencias a la hora de crear esta serie es el show de tv WEEDS, emitido en EEUU por el canal Showtime. Efectivamente, en ambos productos coinciden una figura femenina dotada de una doble vida, a la par que se esfuerza por ser una buena madre y ama de casa. Una vendedora de marihuana en el ejemplo catódico; una eficiente ejecutora embutida en un sexi traje de cuero en el caso del cómic. Sin embargo, me permito señalar a la también televisiva DEXTER como comparación igual o incluso más evidente. Ya que aunque en este caso no hay coincidencia de género entre los protagonistas, por otra parte en ambos supuestos los cabezas de serie son calculadores, eficientes y muy tenaces a la hora cazar criminales. Amén de conseguir un perfecto mimetismo social y un nivel de engaño a su familia que la protagonista de WEEDS nunca consiguió alcanzar.

Pasemos ahora al apartado gráfico. JENNIFER BLOOD se estrena con los lápices de Adriano Batista, que más tarde cede paso a Marcos Marz, para concluir finalmente con la aportación de Kewber Baal. De entrada, tres artistas distintos en tan sólo 6 entregas no suele beneficiar en absoluto a la consonancia gráfica de ninguna serie de cómics, como es el caso en cuestión. Batista y Marz aportan un trabajo típico de autor primerizo con mucho camino por recorrer; brusquedad e influencias vagamente disimuladas acompañan las viñetas de considerables números de esta colección.  Afortunadamente la llegada tardía de Kewber Baal aporta algo de plasticidad al proyecto, consiguiendo un final algo más digno a nivel gráfico. El mencionado artista recuerda excesivamente a Darick Robertson (dibujante de THE BOYS), pero al menos se nota más curtido que sus predecesores.

Pero cuando Garth Ennis arranca una etapa en cualquier obra, esta se convierte automaticamente en el cómic del guionista sin importar quién lo secunde a los lápices. Y este caso no resulta ninguna excepción. El guionista vuelve a jugar con la violencia excesiva vehiculada a través de un personaje ignominosamente parecido a su Punisher. Sin embargo, la novedad de JENNIFER BLOOD radica en que durante las escenas cotidianas como ama de casa, el autor se jacta al lanzar cubos enteros de humor ácido sobre el paradigma de la idealizada familia de clase media americana. Los diálogos eficientes y los personajes esteriotipados tampoco podían faltar; así como ciertos inteligentes momentos conjugando dibujo y texto para demostrarnos que Ennis no es ni mucho menos tonto, y que conoce muy bien el oficio cuando quiere.

JENNIFER BLOOD no pretende marcar un antes ni un después dentro de la carrera de Garth Ennis, el único actractivo de este proyecto. Más bien se podría considerar una prueba más de lo desafinado y poco original que está siendo su presente etapa creativa. Y es que tras finalizar la espléndida PUNISHER MAX, sus aportaciones se pueden resumir en un “más de lo mismo”.  Sobretodo ahora que BATTLEFIELDS (nada que ver con el videojuego de EA, y sin embargo también de Dynamite), sus páginas más dignas en la actualidad, parece estar en estado de hivernación. Algunas voces proclaman una sustanciosa mejora en la calidad de la serie THE BOYS, circunstánia que dada mi poca afinidad con dicha desproporcionada colección servidor no se ha atrevido a comprobar. Pero de no ser así, estaríamos claramente ante la etapa más prescindible de Garth Ennis. Un guionista con considerables detractores los quales se resisten a proclamarlo como un grande de la industria, pero que con trabajos medianamente actuales como PUNISHER MAX o algunas tramas de BATTLEFIELDS consigue mantener encendida la llama de la esperanza de algunos que aún le seguimos.

1 comentario:

  1. KARMACOMIC sigue en activo y tan vivo como siempre. Siento sinceramente el descuido de mis obligaciones para con los lectores de este blog. Como algunos sabrán, el frenazo de posts se debe a que estoy cumpliendo mi ilusión por participar en un programa de radio a través del podcast LA ÓRBITA DE ENDOR (www.laorbitadeendor.com).

    Pese a todo, espero poder actualizar el blog con más recurrencia que en la actualidad. Que nadie tema, que por temas de los que hablar no se trata...

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