EL CLUB DE FANS DE BATMAN DE METRÓPOLIS / GRAYSON: ME, MYSELF AND I

Hoy el objeto de nuestro artículo será un personaje el cual un servidor de ustedes declara que es su segundo personaje favorito de toda la Bat-familia: Dick Grayson. El Robin original ha ido experimentando actualizaciones con el paso de los años – y las décadas – las cuales han sido ilustrativas de los tiempos que corrían en el género comiquero. Este es el caso de la serie en la que nos centraremos, GRAYSON. ¿Están ustedes de humor para disfrutar de una intensa crónica de espías?

Pero pongámonos un poco en situación al respecto del galán de hoy. Richard John Grayson, Dick para los lectores y colegas de la familia Batman, es un personaje que debuta por primera vez en DETECTIVE COMICS #38 (abril, 1940). Su nacimiento, tan sólo 11 números más tarde de la primera aparición del célebre Batman, obedece a la idea editorial de introducir un componente infantil en las andanzas del Hombre Murciélago y así que los lectores de más corta edad se identificasen en mayor medida con la colección. El debate de si se trata o no del primer sidekick – el compañero joven del héroe- legítimo de la historia, hasta donde yo sé no se encuentra aún zanjado. Sí que sin embargo no cabe ninguna duda de que estamos ante el pupilo que más y mejor ha sabido distanciarse de la sombra del héroe bajo la que nació.

Para no aburrir demasiado con este prólogo tan sólo comentaremos etéreamente algunos de los hitos del bueno de Dick. En 1964 se transformó en el capitán de su propio supergrupo, los Teen Titans. Esta afiliación de conocidos sidekicks de DC confió en el protegido del mejor detective del mundo durante años y más años. Ya en la década de los 80, el joven Grayson decidió alejarse por completo de la figura de Robin y regeneró su identidad secreta en Nightwing, bajo la cual seguiría al frente de los Jóvenes Titanes. Pasaron los años y el personaje había devenido maestro y modelo de otros Robin sucesores, además de ser una figura confidente para Bruce Wayne / Batman. Conocido por emplear el estilo y las lecciones de su mentor de una manera menos contundente; más jovial y acrobática, Nightwing participó en el episodio que ha pasado a la posteridad con el nombre de La Batalla Por La Capucha (Battle for the Cowl, 2.009). Nuestro protagonista debió entonces encarar el más complejo de los restos: suceder a su preceptor y transformarse de forma estable en el siguiente Batman.

En la etapa conocida como THE NEW 52 (2011 – 2016) este rol desaparecería y volveríamos a encontrarnos a Grayson ejerciendo de Nightwing. Al menos hasta que el héroe fuese públicamente desenmascarado y pasara a mejor vida inmediatamente después durante la saga Maldad Eterna. El Sindicato del Crimen capturó a Nightwing. Este fue atormentado y a su identidad secreta le aconteció lo que ya he contado antes. Luego ubicaron una bomba en Dick, debiendo Lex Luthor pararle el corazón para frenar el letal artefacto que amenaza de muerte a un gran número de inocentes. Y aunque posteriormente la némesis de Superman reanimaría a Dick, a ojos de todo el planeta  Nightwing había pasado a mejor vida.

El momento se traducía para DC en la ocasión ideal para perpetrar un cambio notable al personaje. En NIGHTWING Nº30 (Guión de Tim Seely y Tom King, más dibujo de diferentes autores entre los que se encontraba Mikel Janín), aparecía Helena Bartineli –paciencia, que en breve explico quién es - armada con su característica ballesta. Una doctora que estaba de misión humanitaria en África es llevada a la base de una organización de espías designada como Spyral. Allí vemos a varios miembros que pronto conoceremos bien, como Minos. Spyral ha descubierto que esta doctora alberga la verdadera identidad de Batman y tras jugar con su mente han conseguido que la revele. Batman se percata de esto y decide aprovechar que Dick está muerto a los ojos de todos para trazar un plan de infiltración en Spyral. Grayson empieza de esta manera a acosar objetivos potenciales de Spyral hasta que dicha  institución privada de inteligencia se fija en él. La jugada sale bien y Spyral alista a Dick Grayson en sus filas.

Y es bajo esta premisa cuando da comienzo GRAYSON, una serie regular iniciada en 2014 que como se puede presumir obedece al género de espías. Aunque como no podía ser menos mantiene un discurso bastante influenciado por el género superheróico de la DC contemporánea. Los primeros delegados de esta aventura editorial son, en materia de guiones Tim Seeley y Tom King. En ambos casos se trata de jóvenes promesas en el género del cómic. A Seeley lo conocemos por su serie independiente REVIVAL y a King, además de por su destacada novela A Once Crowded Sky (2012), por trabajos como OMEGA MEN (DC), SHERIFF OF BABYLON (VERTIGO) o THE VISION (Marvel). Curiosamente Tom King parece contar con un perfil muy adecuado para una colección de espías, puesto que ejerció durante unos cuantos años como agente de contraterrorismo para la CIA.

Pero antes de ponernos a deshojar los momentos más relevantes la colección, tal vez sería importante contextualizar al respecto del tapiz principal sobre el que se va a desplegar la misma. Estoy hablando de Spyral, esta “retorcida” –jajaja, perdonad el chiste fácil- agencia de espionaje independiente no nace de la nada. Al lector asiduo al Bat-universo le sonará de la cabecera BATMAN INCORPORATED. Además, previamente por sus redes han deambulado a modo de empleados personajes como Kathy Kane, alias Batwoman. Tal vez su mayor distintivo sea la utilización de “hypnos”, implantes tecnológicos que afectan a la mente de aquellos que se encuentran a su alrededor, y entre otras cosas hacen que a los pocos segundos de ver la cara de un agente de Spyral todos se olviden de ella. Spyral, imaginaos su peligrosidad, está averiguando las identidades secretas de muchos superhéroes. Sabemos que ya conocen el verdadero nombre de Batman y de Cyborg. Y a medida que avanzan los capítulos más muescas van apareciendo en su revolver. Para conseguirlo esta organización está localizando los órganos del Proyecto Parangon, porciones creadas a base del ADN de la JLA que proporcionan poderes a sus receptores. Su base central se ubica en el Internado Femenino de St. Hadrian, en algún lugar no especificado de Inglaterra. Oficialmente es una escuela donde se entrena a exquisitas asesinas de alta cuna. Algo parecido a lo que ocurre en la serie de Image DEADLY CLASS.

Y ahora sí vaguemos por algunos de los números más relevantes de la colección. Las primeras entregas de la serie corresponden a distintas misiones de recuperación de órganos de Parangón. Sabemos por otra parte que Dick Grayson pasa a tener el nombre en clave de Agente 37. Y muy pronto empezarán a presentarnos a los actores principales de esta obra. Como Helena Bartineli (nombre clave Matrona). En un principio se tratará de la compañera de Grayson en las misiones de campo. Helena, diestra piloto además de excelente tiradora con ballesta de mano – su arma tótem- pronto irá ascendiendo en el escalafón de Spyral.

Pero la plana mayor de la agencia, al menos la visible para nosotros,  en el momento en que todo arranca está dirigida por Minos. La identidad de este activo es tan secreta que sus hypnos borran los rasgos de su cara incluso para sus subordinados más próximos. Además, como mano derecha podríamos etiquetar a la Dra. Elisabeth Netz, la médico/científica de Spyral.

Y ya para acabar de tratar el primer dúo de números de la serie, contar que tienen lugar algunas escenas donde Dick difunde furtivamente la información que está recopilando. Durante estas comprometedoras conversaciones se huye de los calificativos reales, siendo Batman el “Sr. Malone” y Grayson el “Observador de Pájaros”.

Detengámonos por un instante en el tercer episodio. Aquí se concreta que la misión principal de Spyral es recuperar los órganos del ciborg Paragón. Estas partes de su desmantelado cuerpo han sido diseminadas por todo el planeta e implantadas en los organismos de distintas personas. Dick, gracias a la fastuosa anatomía que Mikel Janín le proporciona, no para de acostarse con sus compañeras. En un número anterior fue Helena y aquí es la Agente 8, miembro de otro equipo, quien acaba rendida a sus brazos.

Conocemos al Agente 1, el compañero de 8. De rasgos y aspecto árabe, Tigre será un personaje que irá adquiriendo mucha categoría en la colección. Y el número será rematado por la trágica muerte de uno de los agentes a manos de un pistolero cuyos ojos eran nada menos que los cañones de sus pistolas.

En el capítulo posterior (nº4) nos damos cuenta de la gran rivalidad que existe en Spyral y Jaque Mate, agencia homónima y competidora. Grayson y Bartineli son enviados a robar un disco duro al Caballo Negro, cuartel central flotante e itinerante de Jaque Mate.

Y en el nº5, anunciado como “Todos Morimos Al Amanecer” llega el primero de los inolvidables momentos que la serie nos ha brindado a lo largo de su trayectoria. Midnighter – aquí un contrincante y profundo incordio para Dick-, Helena y Grayson sufren un aterrizaje forzoso que les deja aislados en un inhóspito desierto con una niña bebé. Emprenden en ese momento una larga marcha a la desesperada en la que sólo Dick queda en pie. Los otros dos van cayendo exhaustos por el camino. El número es literalmente una atormentada “travesía por el desierto” que está apunto de matar a nuestros intérpretes. Una vez todo ha acabado, consciente que cuando Spyral tenga a la niña le extraerá el corazón sintético que posee, Dick deja en secreto a la recién nacida con una familia de árabes y miente a su jefe con que el bebé ha muerto.

Ciertamente nos encontramos ante un episodio muy atípico en el cómic mainstream. Resulta sombrío, serio y asfixiante.

Los episodios 6 y 7 conforman una saga autoconclusiva. Se cuenta que Helena Bartineli es italiana, hija de un capo de la Mafia y que tras huir está siendo buscada por sus parientes. Paralelamente, una organización terrorista llamada El Puño de Caín pretende utilizar el cerebro del ciborg Parangón para extender masivamente el odio atroz y la locura durante un concierto pacifista en Israel. Grayson, ayudado paradójicamente por Midnighter, consigue hacerse con el cerebro y detener a tiempo el altercado.

El nº8 supone un punto de inflexión. Spyral ha encontrado ya todos los órganos de Parangón. Minos posee las identidades secretas de la JLA al completo y planea hacerlas públicas. De paso el hasta ese momento comprometido director se dispone a matar a tantos agentes como pueda. Lo intenta con Bartinelli y luego va a por el Agente 1. Con los órganos Minos ha construido en secreto un ciborg que posee todos los poderes de la JLA con el que ataca a sus empleados. Spyral cree que Minos es derrotado, pero en realidad era un doble suyo. En otro lugar, una miembro de Spyral – la Agente Cero - que no conocíamos hasta ese momento encuentra al verdadero Minos. La auténtica identidad de este enigmático hombre nunca se llegará a conocer. A partir de ese momento habrá cambios trascendentales en Spyral.

MINOS, director de Spyral

Un número más tarde sabemos que Helena Bartineli pasa a ser la nueva directora y a Grayson se le asigna el Agente 1 como compañero. Este cómic será también recordado porque aparece el Museo del Prado de Madrid. A nivel argumental, alguien está acabando con la vida de espías de otras organizaciones. Las evidencias apuntan a Dick, porque las muertes tienen lugar en emplazamientos y momentos donde el ex Robin se encontraba cumpliendo una misión.

En el décimo capítulo contamos con un cameo de excepción. Lex Luthor se entrevista con Grayson en Italia y desvela que Spyral le ha vendido la joya de kriptonita que Grayson había sustraído en Madrid. El argumento del asesino de agentes se complica, puesto que parece ser un doble de Dick. Esta trama tendrá su conclusión al número siguiente -nº11-. Un personaje a quien vimos morir resulta no estarlo, y además figura en nómina de Maxwell Lord y Jaque Mate. Dick, visiblemente afectado y preocupado porque ha dejado de poder contactar con el Sr. Malone, se harta de pertenecer a Spyral y renuncia. No quiere saber nada más de esta organización.

Llega el número 12 y somos testigos de cómo Grayson regresa a Gotham City e intenta contactar con su mentor. Pero se topa con el Bruce Wayne amnésico post ENDGAME.

Las escenas están construidas de una forma muy original a lo largo del todo el tebeo. Vemos la conversación real entre nuestro protagonista y su interlocutor, pero además la página está sazonada de globos de diálogo compuestos de frases sueltas de conversaciones pasadas que simbolizan los pensamientos que a Dick le vienen a la cabeza cuando está frente a esa persona.

La Agente Cero - Luka Netz, hermana de la Dra. Netz- irrumpe en la Mansión Wayne y chantajea a Dick con que si no se replantea su futuro y se reincorpora a Spyral difundirá la identidad secreta de Batman. Como consideración personal le permite al chico un término de 24 horas para contarle a sus conocidos de Gotham que se encuentra vivo y despedirse de ellos.

Grayson se va a visitar a Red Hood y Red Robin. Tanto Jason Todd como Tim Drake se enfadan con Dick y lo llaman embustero. Éste, tras un intento de tranquilizarlos, les responde que los considera como a hermanos.

La siguiente visita es a Barbara Gordon, Batgirl. Babs también está molesta y abandona la escena, pero Dick la sigue. El ahora espía le recuerda una anécdota en la que ambos compartieron ciertos momentos juntos que supusieron casi como una cita.

El siguiente encuentro es una sorpresa para ambos, ya que Dick se asombra de que Damian esté vivo y al actual Robin le ocurre lo mismo. Damian por el contrario se alegra sinceramente de que Dick no haya muerto y no hace reproche alguno

Tras la participación de la colección en el evento ROBIN WARS, en el nº16 Dick Grayson y Tiger (el Agente 1) emprenden un acto de rebeldía en solitario con el objetivo de desmantelar Spyral. Esto no gusta nada en absoluto a Helena Bartinelli, quien lanza tras los agentes renegados a un variopinto grupo de perseguidores entre los que se encuentran personajes como Frankenstein agente de S.H.A.D.E. o Grifter. Es en el nº18 cuando entra en acción el equipo artístico quien será el encargado de cerrar las tramas. Los autores seleccionados son los guionistas Jackson Lanzing y Collin Kelly junto al dibujante Roge Antonio.

Y llegamos al fin a GRAYSON Nº20, el último de la colección. El Dr. Daedalus, el fallecido fundador de Spyral, ha vuelto a la vida poseyendo el cuerpo de Helena Bartineli. Grayson quiere liberar a Helena, pero Daedalus le dice que esa personalidad yace ya muerta. Tiene lugar entonces una evanescente lucha de personalidades dentro de la mente de Grayson entre él y el supervillano. Lo que ocurre a partir de aquí no le corresponde a un servidor contarlo. Han quedado en el tintero algunos giros de guión y traiciones además de muchísimas escenas –algunas a lo MISIÓN IMPOSIBLE y otras incluso mejores-, así como personajes y momentos que es preferible el interesado descubra y saboree por primera vez si sigue los consejos del que suscribe y emprende la lectura de esta sobresaliente colección.

Toca ahora como es tradición embarcarse en la parte la de las valoraciones personales. Sorprende en primer lugar la arrolladora atracción física que desprende Dick Grayson a lo largo de la colección. El físico de nuestro amigo revoluciona las hormonas de tanto féminas como de algunos varones –Midnighter no puede recordar su rostro por culpa de los implantes mentales, pero no se olvida del culo de Dick- que se pasean por las viñetas de las páginas.

La anatomía de Dick, irresistible para ellas.

Además, GRAYSON se trata de una colección que ha procurado la evolución de un personaje que ya de por sí ha progresado considerablemente -Robin, Nightwing, Batman, Grayson-. Estoy seguro de que con el tiempo esta cabecera supondrá un buen recuerdo en la trayectoria del personaje así como una etapa tan original como auto conclusiva, ideal para conocer al primer Robin.

El guión ha sabido utilizar bien la baza del género de espionaje. También ha resultado interesante ser testigo de cómo la colección ha servido para que Dick Grayson reflexione sobre su propia identidad y los sentimientos que tiene acerca del resto de la Bat-Familia. Es curioso por otra parte como se hace alarde de personajes de los WILDCATS de Wildstorm. Midnighter -un trasunto de Batman que aquí tiene incluso más peso argumental que el propio Caballero Oscuro-, Grifter, Tao o Ladytron hacen acto de presencia en un momento u otro.

Y si la valoración final es positiva, tampoco sería justo reflejar a GRAYSON como la serie perfecta. A la colección no le atavían nada bien los números en que Dick regresa a Gotham y se mezcla con la Bat-Familia. Esto hace que se pierda parte de la identidad original –construida a base de espías y conspiraciones- por momentos, la cual se ha trabajado con duro esmero para conseguir. El equipo creativo que releva al original hace un buen trabajo, sin embargo no está a la altura King/Seeley/Janín. Los guiones dejan de ser tan inolvidables y dinámicos. Pero donde más se acusa el declive es en la calidad del dibujo. Mikel Janín se confirma como una pieza irreemplazable de la maquinaria a la hora de que esta muestre al máximo su genialidad.

Pero quedémonos mejor con el buen sabor de boca en lugar de con lo amargo. El equipo creativo elegido ha conseguido un trabajo tan remarcable que ha catapultado a parte del mismo desde una discreta posición a la primera división de DC. Es ya conocido que tanto Tom King como Mikel Janín se preparan para encargarse de BATMAN.  Como números memorables se debería destacar el #05 -la travesía por el desierto- y el #08 -el desenlace de Minos-. Ambas historias de géneros distintos, pero sin duda muy bien construidas y realizadas.

Estoy seguro que las andanzas de Dick Grayson no terminan ni muchos menos aquí. Sin embargo presiento que el Robin original tardará en contar con una colección donde se le trate con tanto amor, reverencia y originalidad. Lo que resulta prácticamente imposible es que se le vuelva a poner un culo tan… incuestionable.